Estupendo. Es difícil encontrar un profesional artesano que lleve personalmente todos los encargos y que sea capaz tanto de solucionar perfectamente los trabajos aparentemente más corrientes en coches de serie actual, como de realizar casi obras de arte en coches de matrícula histórica.
Si tiene una mancha en el adiento del coche que se ha comprado hace un año, llevelo aquí. Si quiere tapizar su Ford Velilla del año 1942, tambíen llevelo.
Una sorpresa. Además los precios son ajustados y sin sorpresas.